Yo no pensaba salir. La noche del jueves estuve con David en el Mar de Dios y por el casco viejo y nos emborrachamos un poco. Ayer correspondía un poco de descanso y tranquilidad, pero no. Vino Dani Nuboso al local y luego aparecieron María Lamala y Patricia Gatotriparriba y nos obligaron a salir de la fría tranquilidad del zulo y a meternos en esos antros de perdición que ellas frecuentan. Primero el concierto de Armenian en la Ozono, luego al Calaveras y luego... todo se movía.
Muchas risitas. Una de esas noches que no te esperas.
En la imagen falta María, que está sujetando la cámara telefónica perpetradora.
No envié ningún mensaje en Nochebuena y sin embargo, a lo largo de las horas, llegaron a mi móvil un número más que considerable de ellos (teniendo en cuenta lo escueto de mi agenda). Los contesté a todos dando las gracias, todos fueron una sorpresa. De mi móvil aún salió uno que debería haber viajado ocho mil millones de kilómetros luz, no se si logró alcanzar su destino. Menos mal que luego aún nos fuimos a tomar un par de desperados a La Ley Seca que amortiguaron el efecto de noche tan desastrosa y agobiante. 
Al día siguiente tenía que arreglar un pc y no todo funcionaba como debía. Cada día estoy más blasfemo y más violento con las cosas inanimadas. Malamemoria.
Me paso los días y algunas noches en el control de la Nostromo, viajando a la deriva y desperdiciando el tiempo. No quiero seguir así pero tampoco veo ninguna solución.
Esta noche, uno bajo cero
Las dos y media de la mañana pasadas. Bajaba de currar poniendo pachanga en una disco móvil en un hotel a unos 20 km de Zaragoza, al lado de Utebo. Había bastante niebla en el camino pero después de unos pocos kilómetros recorridos se ha espesado tanto que no veía nada a más de dos metros de distancia. He reducido drásticamente la velocidad y a punto he estado de parar el coche. Pocos minutos después, de mitad de la nada aparecen varios coches de Guardia Civil obstaculizando el paso. Cojonudo, control de alcoholemia. Me había tomado un chupito hacía 3 horas, no hubiera sido lógico que diera positivo con el alcoholímetro pero bueno, hay veces que te pasan putadas de esas. Nada, 0,0. Con los nervios del recorrido "a oscuras" por la carretera de Logroño unidos a los de tener que parar en el control, he seguido camino a Zaragoza abstraido, con el susto en el cuerpo. Nada más cruzar el límite de entrada a la ciudad he visto un destello detrás mío: la puta foto. En lugar de ir a 50 km/h no me he dado cuenta y el aparatito me ha sacao una foto en la que dice que iba a 72 km/h. 150 euros de multa y perdida de 2 puntos del carnet. Y gracias, porque si la foto hubiera dicho que iba a 80 km/h me hubieran quitao más puntos, más pasta y el carnet durante un mes.Me he cabreado. ¿Qué coño pasaba hoy en la puta carretera de Logroño? Como si no hubiera tenido suficiente sólo con extremar las precauciones por la niebla. Me ha dado la impresión de estar participando en un video juego en el que te enfrentas a un montón de trampas una detrás de la otra en una fase en la que al final siempre te acaban jodiendo. ¿Por qué estaba la Guardia Civil en la misma carretara que la Policía local a tan poca distancia? Ese ansia por colocar multas es sospechosa. Yo creo que tengo una idea acerca de para que va a servir el dinero que quieren que les pague:
Yo no pensaba salir. La noche del jueves estuve con David en el Mar de Dios y por el casco viejo y nos emborrachamos un poco. Ayer correspondía un poco de descanso y tranquilidad, pero no. Vino Dani Nuboso al local y luego aparecieron María Lamala y Patricia Gatotriparriba y nos obligaron a salir de la fría tranquilidad del zulo y a meternos en esos antros de perdición que ellas frecuentan. Primero el concierto de Armenian en la Ozono, luego al Calaveras y luego... todo se movía.
